Coordinadores: Jorge Foa Torres (UNVM) y Marcos Urcola
(UNR)
Correo electrónico: gt11estudiosagrarios@gmail.com
Tradicionalmente, en las
ciencias sociales se hallaba arraigada la idea de que existía una oposición
entre lo rural y lo urbano. Lo rural se equiparaba a lo agrícola y se delimitaba
a partir de sus diferencias con lo urbano (lo que no es urbano es rural) en
cuanto a la disposición espacial (concentración-dispersión) y en cuanto al
mundo de relaciones sociales y culturales (modo de vida tradicional-moderno)
que suponen uno y otro. El concepto mismo de desarrollo, asociado con el
progreso, tenía una dirección unívoca que iba de lo rural hacia lo urbano, de
la agricultura hacia la industria, del campo hacia la ciudad y de la situación
de atraso hacia la de bienestar.
No obstante, en el contexto actual,
diversas transformaciones sociales y el surgimiento de nuevos actores han
modificado esta visión sobre lo rural. La expansión
de las lógicas del mercado y la producción industrial o agroindustrial hacia la
esfera de la producción primaria agrícola, por un lado, y las políticas del Estado que han llevado a
la modificación de prácticas y valores de los habitantes de localidades rurales
y urbanas, por otro, han propiciado nuevas formas de interpretar las relaciones
empíricas y conceptuales entre lo rural, lo urbano y lo agrario.
A partir de la década de
1990, la cuestión de lo “rural” diferenciada de lo “agrario” toma vigencia en
las ciencias sociales, asociada con los enfoques de la multifuncionalidad de
la agricultura en Europa y
de la nueva ruralidad en Latinoamérica, dentro del marco de los estudios
relacionados con los procesos de globalización y sus consecuencias en los
territorios debido a la expansión de actividades no agropecuarias:
industriales, comerciales, servicios y ocupaciones no agrícolas. De este modo,
el espacio “rural” y el espacio “agrario” pierden su significado unívoco a
partir de una nueva concepción que identifica nuevas funciones y usos del
suelo, así como un creciente proceso de diferenciación del territorio en el que
la actividad agropecuaria pierde centralidad en la estructuración del espacio
rural.
Estos procesos imprimen nuevas lógicas a los
espacios sociales habitados por los sujetos y es deber de los investigadores de
las ciencias sociales describir las relaciones que se producen entre los
mismos, poner en tela de juicio viejas categorías y proponer nuevas.
En este Grupo de Trabajo se recibirán trabajos de carácter
teórico, documental o de casos que propicien discusiones sobre los siguientes
ejes temáticos:
- Estructura social agraria: formas de tenencia de la
tierra, luchas, conflictos y resistencias.
- Espacio rural, territorios y nueva ruralidad:
relaciones, tenciones y conflictos entre lo urbano y lo rural.
- Actores sociales agrarios: agricultura familiar y
campesina, empresas agropecuarias y agroindustriales, empresas de servicios y
transportes, trabajadores rurales, pueblos originarios, etc.
- Organizaciones y movimientos sociales agrarios:
asociaciones reivindicativas (gremiales) o de carácter económico (cooperativas
o por cadena productiva), movimientos sociales, organizaciones del tercer
sector (ONG), organismos internacionales, etc.
- Políticas de desarrollo rural: el rol del Estado, el
mercado y la sociedad civil en función de la organización social y económica de
los territorios rurales.
- Sustentabilidad y medio ambiente: tensiones y
conflictos en torno al uso de los recursos naturales. Gobernabilidad
medioambiental y la sustentabilidad de las condiciones ecológicas en el marco
de los procesos de desarrollo económico.